Condenan a presos del PCC por toma de rehenes y motín en Concepción

El Tribunal de Sentencia —integrado por los magistrados Gloria Torres Fernández como presidenta; Félix González Núñez y Jovino González Alcaraz como miembros titulares— dictó la pena de 11, 9 y 8 años de cárcel para los presuntos miembros del Primer Comando Capital (PCC), quienes participaron de toma de rehenes y motín en la Penitenciaría Regional de Concepción.

Se trata de los internos Rubén Fernando Verfer, de nacionalidad brasileña, quien recibió la pena de 11 años de prisión; Jorge Antonio Díaz Arzamendia fue condenado a 9 años de cárcel y José Enrique Ullón Duarte a 8 años.

Con relación a otros acusados en el caso, se aguarda la realización de la audiencia preliminar. La investigación estuvo a cargo del fiscal Carlomagno Alvarenga, informó el Ministerio Público.

El hecho ocurrió el 11 de marzo de 2019, a las 16:00 aproximadamente, en la Penitenciaría Regional de Concepción, cuando los internos, ubicados en el Pabellón F, planta alta, redujeron y tomaron como rehenes a los agentes penitenciarios Luis Arnaldo Aveiro Duarte, Juan Manuel Farías Prieto, Carlos Ojeda Soria y David Gaspar Cardozo Torres, quienes estaban realizando un control de rutina en ese sector.

Durante ese episodio, los internos maltrataron, golpearon e hirieron a dichos agentes. Además, a Luis Arnaldo lo obligaron a que trague un escarabajo (lembú). Asimismo, pintaron con la sangre de un guardiacárcel las siglas "PCC" en una pared.

Willian Santos de Jesús, quien es otro integrante de este grupo, actualmente prófugo, filmó un video en donde exponen sus amenazas mostrando a la vez la situación en la que se encontraban los retenidos.

Uno de los cabecillas realizó una llamada a uno de los jefes que encomendaron el operativo de la toma de rehenes y le explicó que ya tomaron a los guardiacárceles.

Luego le pasó el celular a David Gaspar Cardozo, a quien le habló un hombre en el idioma castellano, pero con acento brasileño. Este dijo que el motín se debía a que por la mañana "le estiraron a un ahijado suyo" para trasladarlo a otra penitenciaría, y que desde ese momento "se convertía en el padrino de los que quedan y que debe vigilarlos, ya que con el traslado de este interno se quedaban desprotegidos".

El director de la penitenciaría, ante tal circunstancia, trató de mediar a fin de que sean liberados los agentes. Gracias a la intervención de unos internos, que no estaban involucrados con los otros, se logró la liberación de Luis Arnaldo Aveiro Duarte, quien presentaba golpes y heridas de gravedad.

Mientras era conducido hacia la salida, fue alcanzado por Ángel Gabriel Rotela Rolón, quien le propinó una estocada a la altura del cuello; fue dejado entre los dos portones de seguridad y de ahí fue rescatado por los intervinientes e inmediatamente derivado hasta el Hospital Regional para su atención médica.

Como la situación se tornaba más difícil se decidió ingresar mediante la apertura forzosa; para tal efecto usaron una cortadora eléctrica y derribaron el portón. En ese lapso, Juan Manuel Farías Prieto fue apretado con un cuchillo en el cuello por Julio David Quintana, quien con amenaza de matarlo exigió que no entren los intervinientes.

De inmediato se ingresó al pabellón y mediante disparos intimidatorios de escopetas con balines de goma y el uso de gases lacrimógenos se pudo rescatar primero a Juan Manuel Farías Prieto, quien presentaba heridas de arma blanca, luego a Carlos Ojeda Soria, quien sufrió cortes con arma blanca y, por último, a David Gaspar Cardozo Torres, quien también sufrió golpes y heridas.

Todos fueron trasladados hasta el Hospital Regional a fin de que sean atendidos. Debido a la gravedad de las heridas, Luis Arnaldo Aveiro fue trasladado hasta el Hospital de Trauma de la ciudad capital. Algunos internos sufrieron golpes y lesiones varias por lo que fueron atendidos en la Sanidad de la penitenciaría.