El accidente ocurrió el pasado viernes mientras Regilanio da Silva Inácio se ejercitaba con un aparato para hacer sentadillas de pie, conocido como máquina Hack.

Un hombre en Brasil sufrió una grave lesión en la columna luego de que una máquina de musculación colapsara sobre sus hombros en un gimnasio de la ciudad de Juazeiro do Norte (estado de Ceará), informó el medio G1.

El accidente ocurrió el pasado viernes mientras Regilanio da Silva Inácio se ejercitaba con un aparato para hacer sentadillas de pie, conocido como máquina Hack. Durante uno de sus descansos entre series, se sentó en el borde de la plataforma del equipo. De repente, su bloqueo de seguridad falló y la parte superior —que cargaba 150 kilos— lo golpeó en la zona del cuello.

Inácio fue socorrido y al día siguiente tuvo que ser sometido a una cirugía de emergencia para estabilizar su columna. Antes de entrar al quirófano, el neurocirujano encargado, José Correia Junior, advirtió que estaba comprometida su movilidad y las funciones vitales de su pelvis.

Se le colocaron clavos y tornillos para reducir su fractura y se le realizó una realineación ósea y una descompresión medular. “Es la lesión más grave que hay desde el punto de vista del daño neurológico. La probabilidad es, estadísticamente, menos del 1 % del retorno de las funciones motoras y sensitivas”, comentó Junior al respecto.

Actualmente el brasileño, de 42 años, está consciente, su condición es estable, pero no puede sentir sus piernas, por lo que sus posibilidades de volver a caminar son mínimas.

Según su familia, el procedimiento médico tuvo un valor de 35.000 reales brasileños (unos 7.000 dólares). Si bien la mitad fue costeada por la administración de 220 FIT —el gimnasio donde ocurrió el incidente—, sus allegados se han visto obligados a iniciar una colecta para pagar el tratamiento. Patrick Alves, amigo de la familia, señala que deberán comprar una silla de ruedas, una silla de baño y la medicación necesaria para cuando Regilanio sea dado de alta del hospital.

En un comunicado, 220 FIT recalcó que lo sucedido en sus instalaciones fue accidental y que la máquina en cuestión estaba en perfecto estado de funcionamiento, y había sido comprada hacía menos de 60 días.