A sus 88 años prepara tereré a los peregrinantes de Caacupé

Doña Cristina Roa es una de las comerciantes que se sitúa en inmediaciones de la basílica de Caacupé. A sus 88 años prepara tereré y vende remedios yuyos a los peregrinantes que llegan a la Villa Serrana.

Doña Cristina está en una de las calles aledañas de la basílica menor de la Virgen de Caacupé. En un pequeño puesto, ofrece a los peregrinantes tereré, hielo y remedios yuyos.

Ella crió a sus 14 hijos vendiendo diferentes productos cerca de la explanada de la basílica, cuenta que empezó con este trabajo a los 20 años. Ahora, con sus 88 años, tiene más de 50 nietos y biznietos.

“Todos mis hijos terminaron el colegio y algunos son profesionales. Tuve mucha suerte de que ellos trabajan. Al levantarme de la cama ya le rezo a la Virgen y le encomiendo mi día a Dios”, comentó.

 

Oriunda del barrio Kennedy, situado en el centro de la ciudad de Caacupé, se describe como una mujer sana y llena de vida. “Cuando voy al médico, me dicen que parezco una quinceañera”, bromeó.

La festividad de la Virgen de Caacupé convoca a miles de personas en la Villa Serrana. Los comerciantes aprovechan estas fechas para ofrecer sus productos y servicios a los miles de fieles que llegan desde diferentes puntos del país.