Recomendaciones para viajar con diabetes

El Ministerio de Salud recomienda mantener un ritmo de cuidados en los viajes de vacaciones y turismo, especialmente si se tiene diabetes. Como también es salir de la rutina, lo ideal es planificar las salidas de acuerdo a las necesidades médicas.

Las comidas fuera de la casa, los cambios en la cantidad de actividad física y las diferencias en las zonas horarias mientras se viaja pueden afectar la manera en que se controla la enfermedad, recuerda el Ministerio de Salud, que publica una serie de recomendaciones que recoge de los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una de las agencias sanitarias del gobierno de Estados Unidos.

No olvidar los medicamentos y llevar el doble que se prevé usar, en caso de que haya retrasos en el viaje. Asegurarse de que todas las jeringas y los frascos de insulina estén claramente marcados con la etiqueta farmacéutica que identifica los medicamentos. Llevar copias de las recetas médicas. Si se usa insulina, asegurarse de empacar un kit de emergencia con glucagón. Llevar una tarjeta en la billetera o en la cartera, una pulsera o un collar de identificación médica que diga que se tiene diabetes y que utiliza medicamentos para controlarla.

Tener a mano refrigerios en caso de que el nivel de glucosa baje. Tener en cuenta los cambios en las zonas horarias para saber cuándo se debe tomar los medicamentos. Averiguar dónde conseguir atención médica si se necesita mientras está de viaje.

Los cambios en lo que se come, los niveles de actividad y las zonas horarias pueden afectar el nivel de glucosa en la sangre. Revisar los niveles de glucosa con frecuencia es importante. Seguir con la rutina de ejercicios. Asegurarse de hacer al menos 150 minutos de actividad física a la semana. Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.

Protegerse los pies. Ser especialmente cuidadoso al caminar sobre piso caliente alrededor de las piscinas y en la arena caliente de las playas. Nunca caminar descalzo.