Aumenta a 10 la cifra de muertos en el Everest

El Everest vuelve a cobrarse una vida más, en la jornada de este sábado ha fallecido el alpinista británico Robin Fisher, elevándose a 10 el número de muertos esta temporada en el punto más alto del mundo (8.848 metros).

En esta temporada se da un embotellamiento de visitantes que suben a la montaña. Es una circunstancia habitual en esta parte del año por las buenas condiciones meteorológicas y por el récord de permisos otorgados por Nepal. Entre finales de abril y de mayo las condiciones son menos extremas en la cima del mundo y más ventajosas para el ascenso.

Robin Haynes Fisher (44 años) fallecía hoy a 8.600 metros al sentirse enfermo cuando descendía de la cima que había alcanzado con su sherpa (Jangbu) a las 8:30 de la mañana. Formaba parte de una expedición de seis alpinistas dirigida por Dani Fuller organizada por Everest Pariwar Treks.

La masificación vista estos días, con más de 300 personas en fila para acceder a la cumbre, explica un número de fallecimiento por cansancio o mal de altura tan elevado. El cuerpo humano aumenta su exposición a inhóspitas condiciones de oxígeno a más de 8.000 metros con fatales consecuencias.